jueves, 26 de julio de 2007

Guangzhou

Con Adrian, el argentino que me habia cruzado en Guilin, dejamos atras la China rural y llegamos a la ciudad de Wuzhou especialmente para ver el mercado de serpientes mas grande de Asia, pero buena sorpresa nos llevamos cuando el guardia de la entrada nos aviso que el lugar estaba cerrado por reformas.


Sin nada mas que hacer ahi, seguimos viaje hacia Guangzhou, una capital de provincia con cerca de 3,5 millones de habitantes... y ni una sola atraccion turisticsa!
Alrededor de unas cuatro o cinco manzanas se nuclea el centro (ultra) comercial de la ciudad -no exagero si digo que hay un McDonald's en cada esquina-, y aparte de un puniado de rascacielos de vidrio, el aspecto general de Guangzhou es tan sordido como el de Lugano I y II en un domingo nublado; ademas aca la gente ya no es tan simpatica ni educada como en los lugares que visite antes.

Julio es el mes en que la mayoria de los 1400 millones de chinos sale de vacaciones, por lo que durante esta epoca la red ferroviaria no da abasto, es decir que aquel que no hizo sus reservas de pasajes con suficiente anticipacion es posible que deba esperar varios dias para poder viajar; y como yo voy improvisando mis movimientos sobre la marcha, durante casi diez dias quede... "Anclao en Guangzhou".

No los aburro mas; saludos para todos... y les debo las fotos!

Fernando

Demostracion de habilidades de un maestro Shaolin... que bebio una copa de mas!!:

lunes, 16 de julio de 2007

Guilin y Yangshuo














Despues de haber experimentado el autentico hacinamiento chino durante mi ultimo viaje en tren, decidi que mis indagaciones entre el proletariado habian sido suficientes por el momento, de manera que para ir de Kunming a Guilin saque un pasaje en una clase un poco mejor.
Esta vez mi vagon albergaba a solo un puniado de pasajeros, con algunos de los cuales incluso pude cambiar varias palabras en ingles.
De las diecinueve horas de viaje, debo de haber dormido cerca de ocho, pero ya no es dificil hacerlo cuando se descanza sobre una cama cubierta con una colcha bordada. Esta vez ademas pude ir al banio y tambien comer algo en el coche comedor, para llegar al cual debia recorrer un largo pasillo alfombrado que atravesaba el vagon de la clase mas lujosa.
De modo que el tren estaba dividido en tres clases: la destinada a la prole, la intermedia, y la mas lujosa.
Hace mas de sesenta anios, George Orwell escribio en Animal Farm: "Todos los animales somos iguales, pero algunos somos mas iguales que otros".
De nuevo, la historia del comunismo vuelve a repetirse.

Guilin es una ciudad chica, atravesada por el rio Li y rodeada por unas montanias de proporciones muy curiosas: altas y angostas, parecen un cucurucho puesto boca abajo.
Igual que el Dr. Jekyll y el Sr. Hide, tambien Guilin tiene una doble personalidad: de dia es un lugar tranquilo, quizas hasta un poco aburrido, y de noche se transforma; la gente llena las calles, muchos bajan a baniarse al rio a la luz de la luna, se encienden una infinidad de carteles de neon, y en uno de los barrios mas pobretones hasta hay una penia con karaoke!

Un dia en el hotel me tope con un barbudo pelilargo vestido con la remera de Huracan; enseguida le dije que yo era argentino; despues se presento el: "soy Adrian, de Caraza". Desde que sali de Buenos Aires, hace ya mas de tres meses, que no hablaba con ningun argentino.
Despues de un par de dias en Guilin, con Adrian nos tomamos un omnibus hasta Yangshuo.

Como hasta el momento mis destinos siempre habian sido centros urbanos, al campo solo pude verlo desde la ventanilla de los trenes; pero Yangshuo es un pueblo chico y con alejarse apenas un poco del centro en una bicicleta, enseguida aparece la China rural, que es la que a mi mas me interesaba conocer.
Igual que en Nepal, aca tambien los campesinos trabajan la tierra valiendose de las mismas tecnicas desde hace dos mil anios: usan sus propias manos, o caminan detras de un buey que va tirando de un yugo; hasta ahora jamas encontre un tractor ni una cosechadora.
A pesar de ser este un pais mucho mas grande que el nuestro, todavia nunca pude ver cultivos de grandes extensiones, por el contario, la tierra esta totalmente dividida en pequenias parcelas, como en Europa, y lo que mas se siembra, naturalmente... es arroz!

En verano los arrozales toman un color verde de una intensidad tal que nada tiene que envidiarle a los paisajes irlandeses, y es muy pintoresco ver recortada sobre ese fondo la forma triangular de los sombreros amarillentos de los campesinos trabajando la tierra.
El Rio Li tambien llega hasta Yangshuo, y a lo largo de varios kilometros serpentea a traves de pueblitos de campesinos, arrozales, bosquecitos, y antiguos puentes de piedra; durante un par de dias me dedique a seguirle el curso por todos estos lugares, y un par de veces incluso me meti dentro para nadar un rato.

Como en toda China, tambien en esta provincia el arroz y los fideos constituyen la base de la alimentacion, pero la cocina de la region tiene reservadas un par de exquisiteces para los paladares de los mas gourmets: perro y rata. Por unos $12 argentinos, uno puede probar cualquiera de estos dos manjares en los puestitos de comida de la calle. A las ratas, abiertas en dos y ya precocidas, las presentan apiladas sobre una bandeja, y al perro lo venden por trozos. Uno elije la pieza que mas le guste, y el vendedor termina de cocinarla dentro de una olla de aceite hirviendo, o sobre una parrilla a las brasas de carbon vegetal... exactamente igual que como hacemos nosotros con el asado!

Si en las ciudades la figura de Mao ha quedado un poco olvidada de las grandes masas -mas alla de las estatuas oficiales y de la infinidad de souvenirs para turistas-, en cambio en los pueblos de provincia su imagen es omnipresente; a pesar de haber muerto hace mas de treinta anios, son muy pocas las casas de campesinos que no conservan en su hall de entrada un gran poster del dictador. Pero lo cierto es que en China, aparte del ubicuo poster de Mao, ya no quedan muchos rastros del comunismo.

Bueno, eso es todo por hoy... saludos para todos y acuerdense de que no puedo leer los mensajes que me dejan!

Fernando

Video de un paseito por el rio:

lunes, 9 de julio de 2007

Kunming













Todas las referencias que me habian dado acerca de los trenes chinos coincidian en que son muy buenos, por lo que decidi que un boleto en la clase mas economica alcanzaria como para soportar con suficiente comodidad las veintitres horas de viaje hasta Kunming.

La estacion de Chengdu me impresiono por la modernidad de sus instalaciones, y por suerte pude descifrar con bastante rapidez los carteles electronicos -redactados con carateres chinos!- que indican desde que anden sale cada tren.
Llegue al mio y subi. Al ver el interior del coche, pense que debia de haber un error... pero no habia ningun error: si el vagon tenia capacidad como para transportar a 150 pasajeros, en cambio dentro habia con tranquilidad el doble o el triple; la gente se apiniaba de a tres en asientos diseniados para solo dos; el pasillo era intransitable por la cantidad de personas y valijas que lo obstruian, ademas de estar baniado en escupitajos; y en el aire, intoxicado por la mezcla del olor a transpiracion con el del cerdo con arroz que ofrecian los vendedores ambulantes, flotaba una espesa nube de humo de cigarrillo.

De las veintitres horas que duro el viaje, solo logre estar sentado unas cuatro: tres sobre un asiento, y una sobre un balde puesto boca abajo; las restantes diecinueve fui parado -apenas con espacio como para girar sobre mi propio eje-, o agachado como un bicho bolita, con la cabeza apoyada sobre las rodillas. Tambien fueron veintitres horas sin ir al banio, algo que por suerte no necesite, dado que en todo el viaje no probe bocado, y a las dos botellitas de jugo de naranja que pude conseguir, las elimine enseguida por los poros.

Aparte de mi, todos los pasajeros eran chinos; y tambien aparte de mi, todos sosportaban la tortura con una abnegacion estoica: nadie se quejaba ni se peleaba, y si a alguien debian pedirle permiso veinte veces por minuto para pasar por el lugar que ocupaba, se corria sin demostrar la menor incomodidad.
Si en un pueblo esta mansedumbre es una virtud o un defecto, es algo muy discutible. Pero en cualquier caso es muy impresionante ver a chiquitos de ni siquiera cinco anios durmiendo sobre una hoja de papel de diario en el piso de un tren, y a mujeres mayores viajar sentadas en el suelo durante todas esas horas.
Puedo decir que verdaderamente viaje... hacinado como un chino!!!

Kunming es una ciudad muy parecida a Chengdu, aunque algo mas chica y con un centro comercial un poco menos imponente. Esta lleno de turistas, pero casi todos son chinos que vienen de vacaciones desde otras provincias; la escacez de extranjeros les da a estos lugares un aire aun mas exotico, aunque tambien implica algunas serias dificultades: nadie habla en ingles... con lo cual uno se convierte en una especie de analfabeto sordomudo, incapaz de comunicarse con nadie. El dia que llegue a China, me quede parado en el hall del aeropuerto durante al menos unos treinta segundos, paralizado detras de las puertas automaticas que dan a la calle, sin animarme a cruzar el portal de entrada a este nuevo mundo. Pero si por unos instantes senti como que la sangre se me habia congelado en las venas, la adrenalina segregada ante la idea de encontrarme con la cultura mas antigua del planeta, se encargo enseguida de descongelarla y de animarme a que saliera a la calle para tomar un taxi y, como fuera, explicarle al chino adonde queria ir.
Lo cierto es que los problemas con el idioma se ven compensados con la simpatia y amabilidad de la gente.

Igual que en la India, recorrer las calles y los mercados sigue siendo mi principal diversion; asi gasto la mayoria de las horas del dia.

Un abarzo para todos, y recuerden que desde China no puedo leer los comentarios que me dejan!!!

Fernando

Una forma china muy curiosa de hacer fideos:

lunes, 2 de julio de 2007

Chengdu












El paso de Nepal a China demanda forzosamente atravesar el Tibet, y dado que yo decidi eliminar a este de mi recorrido, me quedo el mapa con un agujero: lo emparche con un boleto de avion, una solucion que no solo atenta un poco contra el bolsillo, sino sobre todo contra el espiritu del viaje; para el mochilero, tener que recurrir al avion, siempre intimamente significa asumir que el camino le causo una derrota.

En fin, vole sobre los Himalayas y tras una escala llegue a la ciudad de Chengdu, en el sudoeste de China.
Si dos meses metido entre los indios no me alcanzaron ni para empezar a entender su infinita lista de contradicciones, no pretendo descifrar las de los chinos en apenas cinco dias. Pero ya de entrada, resulta extranio caminar por una avenida en donde la descomunal estatua de Mao que domina la ciudad, se refleja en las vidrieras de Bulgari, Dior y Cartier, en la vereda de enfrente.
Tambien es curioso que las librerias vendan con total impunidad "La riqueza de las naciones" (la Biblia de los economistas liberales), mientras que, por ejemplo, el acceso a mi blog esta bloqueado por el gobierno: yo soy libre de escribir lo que quiera... pero los chinos no pueden leerme, porque al blog solo se puede ingresar desde el extranjero!!
Ademas, yo no puedo leer los mensajes que me deja la gente.

A pesar de que Chengdu es una ciudad menor comparada con Pekin o Shangai, aun asi su poderio comercial es asombroso. El centro de la ciudad, que esta destinado casi exclusivamente a la actividad comercial, se compone de media docena de avenidas, en las que se levanta una tienda al lado de la otra, cada una representando a una marca particular: Nike, Carrefour, McDonalds, Adidas... No son pocos los negocios que se dedican a la venta de bienes de super lujo, en ninguna otra ciudad del mundo me encontre con tal cantidad de joyerias como en Chengdu; y el numero de Mercedes-Benz ultimo modelo que circulan por las calles es incontable.
En los barrios perifericos por supuesto que las cosas no son tan coloridas, pero tampoco se las ve mal.

Igual que en la India, tambien en China los mercados son un programa en si mismos. Aca todavia son como eran antes en la Argentina: un galpon gigantesco y oscuro, repleto de puestitos medio roniosos, en los que se puede comprar todo lo que uno necesite para la mesa.
Aunque la multitud de olores, ruidos y colores le dan a estos mercados una vida muy animada, tambien la muerte tiene reservado su lugar, ya que a la mayoria de los productos del mar los sacrifican delante de los propios ojos del cliente, para asegurarle que la mercaderia es fresca.

Otro programa no menos impresionante que el de los mercados, es el de los puestitos que venden comida al paso en las calles. Aca el equivalente del superpancho de nuestros maxikioscos, es un palito de madera de unos 20 cm de largo que lleva ensartados, como en una brochette, una serie de pequenios pedazos de comida, que puede ser carne, vegetales, o lo que sea; al palito se lo toma con los dedos y la comida se va arrancando directamente con los dientes. Por ahora los mas impresionantes que vi son los de corazon de pato; cada palito trae clavado unos cinco o seis corazones, que tienen el tamanio de un quinoto... todavia no me anime a probarlos!!

A pesar de que a veces como cosas que no se bien que son (los rotulos estan en chino!), trato de tener ciudado: ya me cruce con dos mochileros que aca en Asia, por no preguntar primero que era lo que les daban, terminaron comiendo perro!!

Mas alla de estas cosas, que puede que a mas de uno le den un poco de asco, lo cierto es que Chengdu es una ciudad muy ciudada y prolija: el trafico es ordenado y silencioso; en las veredas no hay tirado un solo papel; los espacios destinados a la publicidad estan bien determinados, y fuera de ellos no se puede pegar nada; tampoco hay grafitis ensuciando las paredes; y los carteles de las marquesinas de los negocios tienen reglamentado su tamanio maximo.
Todo eso, sumado a la educacion y simpatia general de la gente, hacen que uno se sienta en un lugar en verdad civilizado. La primera impresion de la China la verdad es que fue buena.
Saludos para todos!!
Fernando
Les dejo un video del padre de nuestros supermercaditos chinos: